El Mundo Tarot

Esta carta se le atribuye tanto al elemento Tierra como al planeta Saturno, algo muy interesante de analizar desde la perspectiva de la Kabbalah ya que Saturno es la única sephiroth con correspondencia planetaria que se ubica por encima del Abismo, siendo también llamado Cronos, este planeta indica una energía de ciclos y procesos constantes y si le sumamos que Binah, la sephiroth que le corresponde esta atribución, que es llamada la gran Madre, la Madre Cósmica, la Shekinah o en términos thelemicos Babalon; nos indica que el nacimiento y la muerte solo son parte de un todo cíclico que permite la vida y el movimiento dentro del Universo, siendo la figura danzarina tan tradicional en todos los Tarots la cual debe de ser representada con pechos de mujer pero con un manto en forma de Kaph de color Morado en atribución a Binah que cubra su zona genital, es el andrógino divino que puede manipular y dirigir las fuerzas positivas y negativas del universo para que la vida pueda tener su curso constante, en esa danza de la vida, es por ello que vemos que ella manipula toda esa energía que emana del ojo divino, el famoso ojo que todo lo ve que emana 10 rayos de Luz haciendo referencia a las 10 emanaciones de consciencia divina o sephiroths, y que mediante la energía de la Luna menguante en una mano y sosteniendo a una serpiente envuelta en esa Luz divina, ella se apoya en su cabeza para poder así crear ese equilibrio perfecto entre los opuestos, algo muy sabido por todo tipo de filosofía gnóstica o iniciática, pues la materia es el sustento y a la vez el soporte del espíritu, esto es algo que por ejemplo se puede ver en las representaciones de San Miguel Arcangel derrotando a un demonio, símbolo de que la Luz necesita apoyarse de la oscuridad para poder manifestarse la unión cósmica y que en términos más jungianos refiere a conocer e integrar la sombra para poder extraer de ahí la Luz con la cual poder dirigir esa oscuridad para poder EVOLUCIONAR.  Vemos que la imagen central está rodeada de un círculo con diversas estrellas alrededor lo cual además de indicar esa conexión con lo divino nos habla de 72 divisiones, por los 72 nombres hebreos de D.ios que a su vez nos indican el orden de los arcanos menores mediante el estudio del Shem Ham Pho Rash, siendo una referencia más hacia lo que ocurre en el microcosmos o en nuestro mundo cotidiano el cual está lleno de interacciones de los 4 elementos todo el tiempo; siendo entonces esta figura andrógina tanto la gran madre como la virgen de la materia en una, la representación de las “He” del tetragramaton, la primera la del Agua y la segunda la de la Materia.
Hasta abajo podemos observar una especie de templo que no es más que el arreglo que J. W. N. Sullivan representa en su obra “The Bases of the modern Science” en donde se plasman los elementos descubiertos hasta la época de la publicación de este libro en el año de 1928, siendo no la primera vez que vemos los avances científicos unidos al Tarot de Thoth, ya que en el Diablo podemos ver diagramas genéticos y de división celular; y por último pero no menos importante al fondo de la imagen vemos una tira de Moebius triple, indicando de nueva cuenta que la trinidad perfecta está siempre interactuando incansable a través de todo desde los planos más arquetípicos y espirituales hasta lo más denso y material, siendo ese iris de ese ojo que nos ve fijamente desde el centro del arcano.